Espejos

Estoy aquí en Toledo desde ayer, después de un viaje de varios días y varias noches lleno de una impaciencia indescriptible por llegar.Y tenía razón, porque verdaderamente era esto lo que me faltaba. Como todos los hechos del Antiguo Testamento estan allí para anunciar la venida de Cristo, así me parece también que todos mis viajes, a lo largo de tantos años, no fueron otra cosa que la promesa de este, y ahora comprendo el que me haya empeñado en forzar inconscientemente todas las cosas destinadas a preparar este acontecimiento inaudito y, al parecer, de avance. Avignon, Les Baux, El Cairo, el desierto mismo, todos estos lugares no fueron sino espejos de mi anhelo de ver Toledo; y helo aquí, helo aquí. Hoy no le diré nada, aunque podría ya decirlo todo, porque comprendo infinitamente. Cuando se ha visto se podría en cierto modo rebasar la vida. Si usted se imagina una cosa visible al mismo tiempo a los vivos, a los muertos y a los ángeles, es ésta. Créame.

Rainer Maria Rilke. Carta a Pia Valmarana. (Fechada el 3 de noviembre de 1912 en el Hotel de Castilla)

















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