Semilla santa


Vine a la extensa ciudad de Toledo, capital del reino, que está revestida del encanto de la dominación y ornada con las ciencias, mostrando a los pueblos y príncipes su belleza. Porque allí emigraron las tribus, las tribus del Señor. ¡Cuántos palacios hay en su interior que hacen correrse a las luminarias para la magnificiencia de su belleza y esplendor! ¡Cuántas sinagogas hay en ella de belleza incomparable! Allí toda el alma alaba al Señor. En su medio habita una congregación de semilla santa, que tiene como ornamento la justicia, numerosa como las plantas del campo.

Yehudah ben Shlomo al-Jarizi (siglo XII)