Caminando por el laberinto de callejuelas, tan estrechas que podemos tocar ambos lados a la vez, pasamos por
muchas calles, algunas con las puertas exteriores todavía repletas de enormes
clavos y aldabas, tal como habían quedado siglos atrás. Las casas están casi todas construidas en el mismo plano, con pasajes
cuidadosamente ordenados que conducen de la calle a un patio interior o patio central,
con una galería que lo rodea y sobre la que se abren todas las habitaciones
superiores.
Las galerías son de madera, con celosías talladas, en un satisfactorio estado de conservación, y los muros no suelen tener rastro de decoración morisca. Algunos de estos edificios se usan como almacenes y tiendas de carpintería, algunos están completamente desiertos y todavía se pueden encontrar piezas de trabajo exquisito entre los montones de desechos que abundan.
Las galerías son de madera, con celosías talladas, en un satisfactorio estado de conservación, y los muros no suelen tener rastro de decoración morisca. Algunos de estos edificios se usan como almacenes y tiendas de carpintería, algunos están completamente desiertos y todavía se pueden encontrar piezas de trabajo exquisito entre los montones de desechos que abundan.
A veces se encuentran restos de pozos, que en tiempos ocuparon el centro de los patios. Uno que vimos, en buen estado de conservación, había sido bellamente
tallado y el mármol que rodeaba la parte superior estaba
pulido y desgastado en surcos profundos por la acción de la cuerda.
Henry Blackburn.
Travelling in Spain (1866)
No hay comentarios:
Publicar un comentario