Algo único e incomparable

Especialmente hay tres cosas inolvidables en Toledo: la belleza y la singularidad de la posición, la Catedral y El Greco.
No es suficiente evocar las ciudades roqueras de Saint-Michel, Uzerche, Luxembourg o Perugia, pues es tan escarpada la posición, tan hondo el desfiladero que ha cavado el Tajo por tres de los lados que rodean la ciudad y tan variado y notable el panorama, que resulta algo único e incomparable. El cielo con sus atardeceres de riquísima coloración y la estepa castellana de tierras rojizas, manchas verdes de los plantíos y las casitas de los Cigarrales, en un mundo que ha perdido la horizontalidad, son el universo propio que el cretense italianizado que fue en un tiempo Doménico Theoticópuli expresara genialmente en sus telas.

Carlos M. Rama. Itinerario español (1961) 









 

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