Volvéis a ver la gran ciudad del Toledo medieval y os olvidáis de la soledad y del silencio de sus calles. Mas es una ilusión que dura pocos instantes, pues en seguida os embargan tristes pensamientos y sólo veis el esqueleto de la antigua ciudad, la necrópolis de tres imperios, el gran sepulcro de la gloria de tres pueblos. Toledo os recuerda a los sueños juveniles hechos después de la lectura de las novelescas leyendas medievales. Habréis visto muchas veces, en sueños, ciudades oscuras, rodeadas de profundos fosos, de altísimos muros, de inaccesibles rocas; habréis pasado sobre puentes levadizos; habréis recorrido tortuosas calles, llenas de maleza; habréis respirado aire húmedo de prisión y de tumba. Pues bien, habéis soñado con Toledo.
EDMUNDO DE AMICIS España. Diario de viaje de un turista escritor (1872)
Precioso reportaje
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