La ciudad ofrece un aspecto extremadamente antiguo, sobre todo cuando se entra por el puente del Tajo desde Aranjuez y se ve la cantidad de muros y pequeñas torres con creneaux. Por esta parte el Tajo fluye muy espumoso entre la montaña sobre la que está construida la ciudad y las rocas situadas enfrente. Estas rocas son, como casi todas las de España que he visto, calvas moles rocosas que surgen en la montaña de las más diversas formas, que tienen un aspecto maravilloso, más yermo y desolado que salvaje, porque para hacer esta última impresión no son ni suficientemente grandes ni suficientemente atrevidas.
WILHELM VON HUMBOLDT Diario de viaje a España (1799-1800)
WILHELM VON HUMBOLDT Diario de viaje a España (1799-1800)
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