Otra joya de la
arquitectura árabe es la puerta del Sol que no pude ver antes por pasar el carruaje a una velocidad
vertiginosa, pero después pude observar con toda comodidad.
Este monumento, situado
a la entrada de la ciudad, está perfectamente conservado y es uno de los más
admirables que erigieron los conquistadores en toda España. Se asemeja a un
arco de triunfo y las bóvedas, las columnillas colocadas en los frentes, las ventanas, las dos pequeñas puertas laterales, los ornamentos, son un exquisito
ejemplo de elegancia y buen gusto; por sí mismo este monumento merece el viaje
que hemos hecho esta mañana.
Contemplamos esta
puerta durante mucho tiempo como en éxtasis; después, recorremos el cinturón de
murallas que se desmoronan aquí y allá y vamos leyendo claramente la historia
de las distintas dominaciones que se advierten de manera clara en las diversas
formas de construcción, en las defensas, en los baluartes, de tal manera que se va creando en el pensamiento una extraña leyenda;
y al final, el Tajo, el gran río que estrecha en dulcísimo abrazo la ciudad
amada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario