Estrechas y tortuosas calles

Las calles de Toledo son estrechas, tortuosas y pendientes y mal empedradas, pues lo están con guijos menudos que hacen el piso bastante incómodo; en todo el pueblo no se halla una calle que tenga cien varas en línea recta pero, aunque dichas calles parecen a primera vista un laberinto difícil de comprender, como las comunicaciones se cortan con frecuencia y el aspecto de las casas es muy vario, a poco tiempo se halla uno en estado de desenredarse de ellas; todas las plazas son irregulares y de corta extensión y sólo la de Zocodover, en donde desembocan los caminos de Madrid y Aranjuez, es la que tiene más capacidad y más forma de plaza, pues en tres de sus frentes tiene pórticos sostenidos de columnas de orden toscano y de buena piedra berroqueña.

José Andrés Cornide. Viajes al contorno de Madrid desde 1789 a 1793













 




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