Paredón del convento

Para mi eres, paredón del convento toledano, lo más digno de Toledo. Frente al hablar siempre de tantos por cientos a ganar, yo te admiro escueto, feo, áspero, repulsivo e ingente paredón, límites de vidas que, si no quieren juntarse, lo mejor es que no se vean. Si no eres artista de ritmos metrificables, tampoco engañas con brillos de ataugías en la espera de respuestas crematísticas. Al fin y al cabo eres el hijo digno de la roca toledana que conserva la imprimación del carácter castellano, ibero, sobrio, recto, digno y escueto, vernáculo y anterior a todas las invasiones culturales"

Guillermo Téllez. "La iglesia toledana" (1953)








Cesárea majestad

En el alcázar de Toledo, en que todo habla de la cesárea majestad de Carlos V, de la unidad política simbolizada en la regularidad arquitectónica, distinguese, como sabe el mundo, la grandiosa escalera que trazó el insigne Francisco Villalpando, con tal perfección, que no puede el arte esforzarse a fabricar cosa más perfecta. Nunca ciertamente, sobre más soberbia gradería crujió la seda ni arrastró el terciopelo.

Johannes Fastenrath. La Walhalla y las glorias de Alemania (1874)