Cada página, un prodigio

Toledo es, realmente, un museo nacional inapreciable; un libro abierto a la admiración universal, y en el que cada página es un prodigio...
Sólo se emplean tres horas escasa en el viaje desde Madrid. Los trenes marchan a paso de carreta, es verdad, pero la combinación de sus horas de salida y llegada es bastante cómoda. Se puede abandonar la corte el sábado, concluida la diaria faena, a las seis menos cinco de la tarde, se está en Toledo poco después de las ocho y media, en sazón oportuna aún para comer, y con tiempo sobrado para descansar, y si se madruga un poco el domingo se dispone de bastantes horas, pues el tren de regreso no sale hasta las cuatro y media.

Las excursiones a Toledo. Artículo publicado en el diario La Época, de Madrid (18 de mayo de 1894)





 





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